domingo, 22 de junio de 2008

22 DE JUNIO. DÍA MUNDIAL DEL SUELO Y DE LA TIERRA FÉRTIL.

El suelo es un sistema complejo de ubicación en la superficie de la Tierra que está constituido por una mezcla de materia mineral meteorizada y materia orgánica transformada sin llegar a descomponerse y mineralizarse por completo. Además posee una fracción fluida formada por el agua que contiene el suelo y los gases, incluidos ambos en su porosidad.
Las tres fracciones del suelo coexisten de forma dinámica, de manera que, las dos fracciones sólidas en forma de partículas extremadamente finas, coloidales, están dispersas de forma casi homogénea en el medio líquido (generalmente agua), capaz de movilizarse activamente facilitando el intercambio desde el suelo con la vegetación, por ello son responsables en último término de su fertilidad edáfica, entendida como la capacidad del suelo para mantener la cobertera vegetal y las comunidades animales asociadas.
Dadas sus características, este sistema es el soporte vital para los organismos, por lo que también puede considerarse como un recurso para la humanidad a través de las técnicas de explotación agrícola, ganadera e incluso mineral de algunos suelos como las lateritas y las bauxitas.
No obstante, desde el punto de vista ambiental debe clasificarse como un recurso no renovable, en tanto en cuanto su génesis requiere un tiempo de formación extraordinariamente largo, fuera de la escala temporal humana, por lo que su alteración física o química supone la pérdida irremediable y definitiva del recurso.
Paradójicamente, la humanidad sin darse cuenta de su importancia y debido a la presión destructiva a la que lo somete, (cada vez mayor y de distintos tipos), está disminuyendo tanto su fertilidad como favoreciendo su desaparición definitiva. Es por eso que se hace imprescindible su protección frente a los procesos erosivos naturales y a los causados por las malas prácticas humanas, precursores ambos de la desertificación.
Las medidas proteccionistas del suelo pasan por: evitar su erosión, para ello deben evitarse a su vez, las roturaciones agrícolas inapropiadas, concretamente todas aquéllas que se hagan perpendiculares a las curvas de nivel en pendientes superiores al 10 %. Por lo tanto, de hacerlas, hay que seguir un camino paralelo a ellas para evitar la canalización del agua de escorrentía por los surcos. Para determinados cultivos en zonas con pendientes son aconsejables los característicos bancales de acondicionamiento previo del terreno.
Es muy recomendable también la rotación de los cultivos, las laborecomposs de siembra por inyección de semillas sin necesidad de arar, el barbecho, o los mecanismos clasificados de agricultura ecológica donde se usan: fertilizantes y plaguicidas naturales, como el estiércol, las plantas verdes introducidas en el mismo hueco de la semilla para que le aporten materia orgánica, el compost, o los productos químicos aplicados exclusivamente al alcorque o al surco donde se sitúan las plantas. Acciones que restablecen la fertilidad del suelo sin provocar otros problemas de contaminación en los sistemas ambientales naturales asociados, como son las aguas subterráneas o las superficiales.
Hay también medidas estructurales para la conservación de los suelos, como las hidrotécnicas, en las que se pretende disminuir la energía cinéticda de las avenidas con la construcción de presas y minipresas capaces de regular el caudal y el recurso hídrico de la zona. O las estructuras de drenaje que sirven para evacuar el agua sin producir erosión ni afectar a los cultivos.
En definitiva, con el conjunto de medidas de protección del suelo apuntadas evitamos no sólo su pérdida sino también la desertificación, la colmatación de los embalses, mantener el equilibrio dinámico de los ecosistemas, favoreciendo su desarrollo sostenible entre la actividad agrogranadera del paisanaje y el paisaje.
Por lo tanto, el establecimiento de un día mundial para la concienciación de la importancia ambiental del suelo es un acierto y de suma importancia su divulgación a todas a las escalas.
(Fotografías: Natalia Sánchez y Marta Iglesias).

martes, 17 de junio de 2008

17 de junio. DÍA MUNIDAL CONTRA LA DESERTIFICACIÓN Y LA SEQUÍA.

Fue en el año 1994, cuando en el seno de las Naciones Unidas se aprobó la Convención de Lucha contra la Desertización en las zonas especialmente afectadas y en especial las africanas. Después por extensión se dedicó el día 17 de junio como día mundial contra la desertización y la Sequía con el fin de sensibilizar y aunar esfuerzos de cooperación internacional contra este proceso, más extendido de lo que a “priori pudiera parecer teniendo en cuenta que afecta negativamente a millones de seres humanos de más de la mitad de los países del mundo, incluida lógicamente España en muchas de sus regiones, sobre todo en el sureste peninsular y archipiélago canario sin descartar extensas regiones del interior.
Desde el punto de vista semántico, hay en circulación dos conceptos medioambientales muy próximos, como son los de desertización y desertificación, que conviene tener en cuenta para ofertar las medidas precisas para limitarlos. Habitualmente, la desertización se entiende como: “un proceso natural de aridificación, de xerotización o desecación de una zona de la superficie terrestre para aproximarla a las condiciones típicas de un desierto, todo ello sin la intervención de la acción humana”. Por tanto, la desertización propaga las condiciones desérticas más allá de los límites del desierto por causas de origen natural, o simplemente las intensifica en el propio ámbito del desierto.
Cuando a las condiciones naturales de degradación de los suelos, se le suman otras acciones, normalmente irresponsables de origen humano, que producen el mismo efecto, la expansión y el avance del desierto, entonces de habla de desertificación. En ambos casos el resultado final es el mismo, el avance del desierto.
Los factores naturales que inducen el avance del desierto son: la climatología peculiar y sus factores meteorológicos, como son: las temperaturas extremas, las precipitaciones escasas, fenómenos atmosféricos extremos,…), que incrementan los efectos erosivos, ya sean hídricos puntuales o mayoritariamente eólicos, en la superficie del planeta. Las fuertes pendientes del terreno en orografías especialmente elevadas que contribuyen a que dichos efectos se intensifiquen o no. Las características texturales y estructurales edáficas o las geotécnicas de las rocas del sustrato. La presencia abundante o la escasez de cobertera vegetal en la zona.
Si pensamos en la desertificación, la contribución humana que favorece el avance de los desiertos pueden ser debida a: la deforestación abusiva; el sobrepastoreo, las prácticas agroganaderas inapropiadas, la urbanización de ingentes cantidades de espacios, las explotaciones mineras indiscriminadas, el despilfarro de los recursos hídricos, la salinización de los acuíferos,… .

La situación es tan grave como difíciles son las soluciones que pudieran ofertarse. Sobre todo, al localizarse muchas veces los efectos desérticos en países con escasos recursos económicos que les hace incapaces de disponer de suficientes medios para solucionarlo sin entrar en dinámicas de retroalimentación positiva de efectos devastadores en otros campos socioeconómicos.
Por lo tanto, únicamente parece que quedan como soluciones preventivas las medidas de respeto hacia el medio ambiente, la ayuda y cooperación internacional a los países más necesitados, otra; y por supuesto, la promoción de usos responsables, sostenibles y eficaces de los recursos hídricos disponibles.

jueves, 12 de junio de 2008

12 de Junio. DÍA MUNDIAL DE LA DESCONTAMINACIÓN ACÚSTICA.

Bocinazos, maquinaria de perforación en calicatas interminables, tráfico acusado, traqueteo en baches infinitos, vendedores ambulantes megafónicos, aviones y helicópteros en misión nocturna, música a deshoras, terrazas-bar improvisadas, botellón inaceptable, sirenas a destiempo, televisores con volumen para sordos, conversaciones nocturnas en patios y corralas, músicos de esquina y banqueta de balada única, laboreo nocturno, martillazos en tabiques, semáforos con trinos, cisternas desajustadas, chimeneas vibradoras, aire acondicionado de vibración y zumbido, insonorización-sonora, elevadores de freno potente, “pedrosas y lorenzos” petardeando a placer por una “pool” de tanatorio, frenazos a destiempo, histriones de móvil musical alardeando de aparato tan carente de interés como su dueño, opositores a pirotécnicos en prácticas, ferias y fiestas años 40 en plazas y calles… .
Esas y muchas más son las causas del ruido, entendido como aquel sonido considerado por el receptor como molesto, poco saludable y sobre todo indeseado. Contaminación etérea sin duda, de foco fijo o móvil, temporal o permanente, derivada siempre de la actividad antrópica o producida directamente por ellos; barata a la vez que gratuita, difícil de cuantificar incluso al instante, sin rastro ni residuos que sirvan como prueba de la molestia, muy subjetiva y, sobre todo en las grandes ciudades, generalizada.
Por eso, el 12 de junio se celebra el Día de la Descontaminación Acústica, cuyo principal objetivo es fomentar la toma de conciencia de la amenaza que supone el ruido sobre la salud de las personas y, sobre todo, adoptar acciones para eliminarlo o disminuirlo.
Al lector, como inteligente que es, ya se le habrán ocurrido unas cuantas soluciones para evitar la contaminación acústica. ¡Muchas de ellas tan sencillas!. Prescindiendo de las que necesiten medidas estructurales para paliarla, que indudablemente corresponde aplicarlas a la administración municipal, basta con un poco de sensibilidad, una cierta educación general y ambiental, y cierta empatía con el resto de la población para pensar en lo que le puede molestar al vecino de al lado con el que indudablemente estamos obligados a convivir.
De lo contrario es más que posible que entre otra sintomatología se produzcan alteraciones del pabellón auditivo en diferentes grados, que la tensión arterial se modifique con otros daños colaterales, que el sistema nervioso se resienta, que aparezcan trastornos del sueño, de la memoria, de conducta, del aparato digestivo, ontogénicos, y de estrés absoluto. Por todo ello, el lema para este y todos los días del año debe ser siempre
“no al ruido”.

sábado, 7 de junio de 2008

8 de Junio. DÍA MUNDIAL DE LOS OCÉANOS.

La idea original para la celebración del día mundial de los océanos el ocho de junio hay que buscarla en la Cumbre de Río donde se elaboró la Carta de la Tierra, por lo que también se la conoce como Cumbre de la Tierra, que se celebró en Río de Janeiro en 1992.
Sin embargo, no fue hasta el año 1994 cuando la Convención de las Naciones Unidas dio un paso importante para la protección de los océanos con la aprobación de una Ley específica sobre su conservación.

Sólo con pensar en la extensión superficial del planeta ocupada por los mares y océanos o en los volúmenes de agua que almacenan llegaríamos a la conclusión de que su importancia ambiental en todos los campos del conocimiento debe ser extraordinaria.
Puede decirse que es una fuente infinita, (o ¿acaso finita? si queremos plantear un debate profundo con ello), de recursos de todo tipo; caso de su fastuosa biodiversidad, sobre todo en determinadas áreas de los bordes continentales como son las zonas de transición y los arrecifes particularmente; de reserva proteica para la alimentación, a través de las toneladas de pesca que suministra para una población en crecimiento casi exponencial necesitada cada vez más de ella; de energía para un mundo globalizado ávido de sus posibilidades en este sentido; de la necesaria agua dulce gracias a la dinámica del ciclo del agua a quien abastece o mediante los distintos procesos físicos que transforman su naturaleza salada original en agua dulce para usos consuntivos y no consuntivos; de minerales industriales, estratégicos, o de otros usos; de yacimientos de hidrocarburos en todos sus estados; de vía de transporte de ingentes volúmenes de mercancías; como espacio de esparcimiento y ocio a una población asentada en sus márgenes o en tránsito hacia ellos, y, en definitiva, de las múltiples interrelaciones con los sistemas ambientales naturales: atmósfera, geosfera, hidrosfera y biosfera que, de verse interrumpidas, harían imposible incluso la vida en la Tierra.
Sin embargo, hoy en día, el medio inhóspito que fue hasta hace poco tiempo ha sido utilizado masivamente y casi colonizado por la humanidad hasta unos límites insospechados con resultados nefastos para sus aguas; las consecuencias no han podido ser peores, sus recursos han sido, son o serán esquilmados impunemente; los vertidos a los que se ven sometidos de las composiciones más inverosímiles, son exagerados, y han modificado sus parámetros físico químicos y biológicos de tal manera que la contaminación puede estar en fase generalizada e insostenible, con importantes zonas muertas ya.

Si además, a esto le añadimos los efectos colaterales que experimenta el océano como consecuencia del temido cambio climático, como el incremento de su nivel, la modificación de la compleja máquina térmica que es, capaz de regular las condiciones climáticas locales, regionales, continentales y, posiblemente, globales, el panorama no deja de ser desolador y justifica la designación de un día mundial de conservación de mares y océanos.
Aunque la protección ribereña hasta los límites jurisdiccionales de las 200 millas es exclusivamente nacional, los fondos oceánicos más allá de ellas deben ser considerados como Patrimonio de la Humanidad y responsabilidad de todos el cuidarlos. La mayor responsabilidad y desafío que tiene planteada la humanidad es la conservación casi virginal de sus ecosistemas para conseguir por otro lado, un desarrollo sostenible que el deterioro cada vez mayor hace insostenible. (foto globo terráqueo, www.geocities.com).

miércoles, 4 de junio de 2008

Día 5 de Junio. DÍA MUNDIAL DEL MEDIO AMBIENTE.

La Asamblea General de Naciones Unidas del año 1972, el mismo de la celebración de la Conferencia de Estocolmo sobre Medio Ambiente Humano, la primera de este tipo en celebrarse, estableció el día cinco de junio como Día Mundial del Medio Ambiente. Los objetivos fundamentales por conseguir en ese día, que pueden ser también perfectamente asumidos en todos los del año, no son otros que los de centrar la atención mundial sobre los problemas que tiene planteado el medio ambiente, buscar la concienciación individual sobre cada uno de ellos y animar a los políticos a una acción capaz de paliarlos, reducirlos y, de ser posible, eliminarlos. Cada año para esta fecha se selecciona un slogan que sirva como objetivo colectivo e individual, el de este año es: “Deje el hábito, hacia una economía baja en carbono”. Se entiende que el abandono del hábito de consumir fuentes de energía basadas en la combustión al ser conscientes de que son los gases derivados de este elemento los responsables de los problemas que tiene planteada la atmósfera en la actualidad, con el cambio climático global como máxima dificultad por resolver.
El slogan está dirigido a las máximas instancias de los países, concretamente a los políticos, a los directivos, científicos y técnicos de las empresas industriales, de los medios de transporte y a las colectividades en general para que de manera conjunta procuren disminuir sus emisiones de carbono.
A las primeras, para que tomen las decisiones y medidas políticas oportunas para reducir las emisiones de gases derivados del carbono, para la promoción de acciones encaminadas a conservar el entorno y para que el consumo sea lo más sostenible posible.
A los segundos para buscar la máxima eficacia energética, para estimular la I + D + i precisa para sustituir las fuentes de energía más contaminantes por otras alternativas que no lo sean. Y a la escala individual para que cada cual sea consciente de que su contribución personal es fundamental en la empresa común que es reducir los gases de efecto invernadero.
Desde nuestra perspectiva de Siringa, es evidente que una de las mejores contribuciones es haciendo hincapié desde la escuela en todas aquellas actividades que incrementen la Educación Ambiental, para que pueden conseguirse en el futuro ciudadanos concienciados capaces de plantearse personalmente las acciones que pueden llevar a cabo en este y todos los días del año.