viernes, 11 de julio de 2008

11 de Julio. DÍA MUNDIAL DE LA POBLACIÓN.

La población del planeta crece y como consecuencia, los problemas derivados de ese crecimiento son cada vez más que evidentes. Sólo durante el siglo XX se ha pasado de los dos mil millones de habitantes en el año 1927 a los cuatro mil en 1960, a los cinco mil millones de 1987 y a los seis mil millones en 1999 y es posible, según los cálculos menos pesimistas, que se llegue a los 9.500 millones en el año 2050, (o a lo mejor 11.000 millones). Un crecimiento desmesurado, exponencial a todas luces, en el que, a lo mejor, ni el planeta ni la propia sociedad esté en disposición de sostener.
Por ello, el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), eligió el día 11 de Julio, (fecha en la que se alcanzaron los cinco mil millones de habitantes), como día mundial de la Población, con el único fin de llamar la atención sobre los problemas demográficos.

Problemas que, en primera instancia, se centran en el propio desarrollo de la humanidad, con muchos millones de personas sometidos a unas condiciones límites de pobreza, de hambrunas generalizadas, de enfermedades prácticamente convertidas en endémicas, (léase, malaria, sida, tuberculosis…), de desigualdad, de falta de trabajo en sus países, de justicia social, de analfabetismo, cuando no de conculcación brutal de los derechos humanos básicos…, que son ciertamente aberrantes. Y en segunda, en los problemas ambientales que surgen como consecuencia de la necesidad que tiene la población de espacios donde asentarse y de recursos naturales para su subsistencia, ya sean agrícolas, ganaderos, energéticos, hídricos… .

Nueva York (EEUU) y Marrakesh ( Marruecos)

En la búsqueda de soluciones está involucrada toda la humanidad; la reflexión sobre estos temas debe ser una idea globalizadota, ahora que se habla tanto de globalización, porque el problema también lo es, de ahí el hecho de fijar un día concreto en el año que sirva de aldabonazo par tal fin.

Las decisiones, ya sean institucionales como personales deben pasar ineludiblemente por el control de la natalidad; para ello quizás bastaría con promover la educación y el desarrollo autónomo de la mujer en condiciones de igualdad, (sobre todo en los países menos desarrollados los de mayor tasa de crecimiento); facilitar los medios asistenciales básicos en sanidad y en educación, suministrar la tecnología mínima fundamental para: el abastecimiento de agua potable ya sea de los recursos superficiales, subterráneos e incluso marinos mediante potabilizadoras de agua salada, (es necesario disminuir drásticamente los 1200 millones de personas carentes de agua potable); la producción de alimentos en todas sus vertientes; proteger los recursos naturales esenciales y detener la contaminación ambiental creciente en todos los sistemas.

El niño cinco mil millones. (Mario Benedetti).

En un día del año 1987 / nació el niño Cinco Mil / Millones. Vino sin etiqueta, / así que podía ser negro, blanco, / amarillo, etc. Muchos países, / en ese día, eligieron al / azar un niño Cinco Mil / Millones para homenajearlo y / hasta filmarlo y grabar / su primer llanto. / Sin embargo, el verdadero / niño Cinco Mil Millones no / fue homenajeado ni filmado / ni acaso tuvo energías para / su primer llanto. Mucho / antes de nacer ya tenía hambre. / Un hambre atroz. Un / hambre vieja. Cuando por fin / movió sus dedos, éstos tocaron / la tierra seca. Cuarteada / y seca. Tierra con grietas y / esqueletos de perros o de / camellos o vacas. También / con el esqueleto del niño / número 4 999 999 999. / El verdadero niño Cinco / Mil Millones tenía hambre y / sed, pero su madre tenía más / hambre y más sed y sus / pechos oscuros eran como / tierra exhaustada. Junto a ella, / el abuelo del niño tenía hambre /y sed más antiguas aún y / ya no encontraba en sí / mismo ganas de pensar o de / creer. / Una semana después, el / niño Cinco Mil Millones era / un minúsculo esqueleto y en / consecuencia disminuyó en / algo el horrible riesgo de que / el planeta llegara a estar superpoblado.

jueves, 10 de julio de 2008

2º JUEVES DE JULIO : DÍA DEL ÁRBOL

Los árboles son vegetales de porte alto, con el tallo leñoso que se ramifica a determinada altura de la superficie. Antes que de los bosques naturales repartidos por la superficie terrestre en biomas concretos, escribimos aquí sobre los árboles en las grandes ciudades, que se plantan con fines ornamentales para proporcionar belleza o sombra. Dos excelentes razones para su uso indiscriminado. Sin embargo, las plantas leñosas también sirven para muchos otros propósitos y funciones y, a menudo, resulta útil considerar estas circunstancias cuando se trata de seleccionar las especies de árboles o arbustos para su introducción en el paisaje.

Los beneficios que nos aportan los árboles se pueden agrupar en distintas categorías: beneficios sociales, comunitarios, medioambientales e incluso económicos o de desarrollo. Desde el punto de vista social, queremos tener árboles a nuestro alrededor porque nos hacen la vida más agradable. La mayoría de nosotros respondemos a su simple presencia no sólo admirando su belleza. En una arboleda nos sentimos serenos, sosegados, descansados y tranquilos; como en casa. Los pacientes quirúrgicos muestran una cierta tendencia a la recuperación más rápida de sus operaciones cuando desde sus habitaciones se ven árboles.

El tamaño de algunos árboles, su aparente fuerza y resistencia les da un aspecto majestuoso, similar al que produce la contemplación de una catedral o cualquier otro monumento. Debido a su potencial de vida, extraordinariamente larga en algunos casos, los convierte también en monumentos, pero vivientes. A menudo nos sentimos ligados emocionalmente de manera personal a aquellos árboles que nosotros o nuestros seres queridos han plantado, costumbre por otro lado muy sana de practicar. Los árboles han jugado un importante papel tanto en la religión como en aspectos filosóficos culturales de la vida, sirva por ejemplo: el de Navidad o el de la sabiduría.

Los beneficios comunitarios de los árboles a menudo cumplen diversas funciones; de tipo arquitectónico o de ingeniería, ya que dan privacidad, enfatizan las vistas agradables y ocultan aquellas que lo son menos. Reducen la luz intensa y su reflexión. Dirigen el tránsito peatonal. Apagan el ruido molesto… . Controlan aspectos fundamentales del medio ambiente, siendo por ello muy beneficiosos, por ejemplo, son un excelente moderador del clima local, regional, e incluso global, mejorando la calidad del aire, conservando el agua y dando albergue a la vida silvestre. El control climático se obtiene al reducir los efectos directos del Sol, atemperar la fuerza y la dirección del viento y la lluvia. Cuanto más denso sea el follaje, mayor será su acción de cortaviento arbóreo. La caída directa de la lluvia, nevisca o granizo es primero absorbida o desviada por los árboles, dando protección a personas, animales y edificios. Interceptan el agua, almacenan parte de ella favoreciendo la infiltración, reducen la escorrentía superficial favoreciendo la conservación del suelo y disminuyendo la erosión y la posibilidad de inundación. Asimismo tienen un gran protagonismo en relación al que posiblemente sea el mayor problema ambiental con el que enfrenta la humanidad, el calentamiento global, constituyéndose en sumideros de dióxido de carbono. Regulan la temperatura en sus proximidades, más fresca que lejos de ellos. Cuanto más grandes sean y más intrincada la red que pueda formar con otros, mayor será el enfriamiento. Mediante el uso de árboles en las ciudades podemos disminuir el nocivo efecto de “isla de calor”, causado por el recalentamiento diurno del pavimento y los edificios. Proporcionan hábitat para la vida silvestre en los alrededores urbanos, no digamos ya en los ecosistemas naturales.

Los beneficios económicos directos están relacionados con las múltiples posibilidades de extracción de materias primas que puede obtenerse de ellos. Piénsese en la utilización tradicional de la madera con fines energéticos, en el carboneo, en el uso de la madera en la construcción, en la industria naval, en la extracción de productos como la resina y sus derivados, en la industria farmacéutica, en la alimentación de los múltiples productos que dan para la despensa, entre un amplísimo etcétera.

Por ello, el DÍA DEL ÁRBOL debe llevarnos a la reflexión en relación a su conservación.

Laura Robles. 3ºF