domingo, 23 de noviembre de 2008

23 de Noviembre: Día de los Bosques Autóctonos.

Tal día como hoy se conmemora el día de los bosques autóctonos. Entendiendo este tipo de bosque como aquél desarrollado en una zona del planeta con determinadas características climáticas edafológicas y por supuesto biológicas. El establecer un día concreto del calendario tiene como objetivo fundamental el concienciar a la población de las bondades de cualquier tipo de bosques y llevarla a la reflexión sobre la necesidad de conservarlo lo mejor posible como fuente de recursos, hábitat o ecosistema peculiar.
En España la presencia de bosque autóctono es relativamente amplia, destacando al menos tres de ellos entre otros espacios: el bosque caducifolio, el perennifolio y el bosque mediterráneo, este último con las mismas características biológicas que el primero pero peculiar en cuanto a las especies presentes y las condiciones de su desarrollo. Aquí ahora únicamente se describe el primero, dejando los otros dos para próximas convocatorias.
El bosque caducifolio forma parte de una biocenosis en la que la vegetación pierde la hoja durante una época del año, el otoño e invierno de nuestras latitudes. El régimen térmico de su área de distribución puede decirse que es moderado, con temperaturas medias mensuales casi siempre por encima de los 0º C, mientras que el pluviométrico se corresponde con el de lluvias abundantes bien distribuidas a lo largo del año, en el que puede decirse que no hay aridez en ningún mes del año, lo que es lo mismo que decir que la reserva de agua no se agota nunca, con lo que la humedad para las plantas está garantizada. De hecho uno de los problemas con las que la vegetación debe enfrentarse es precisamente en sentido contrario; en estas zonas es frecuente un exceso de agua en el suelo que encharca las zonas más bajas. En el bosque caducifolio las cuatro estaciones están perfectamente definidas, con una actividad biológica diferenciada en cada una de ellas.
El suelo edafológico donde se desarrollan estos bosques son del tipo denominado suelos pardos con un horizonte A, orgánico de tipo mull y molder. En las laderas montañosas con rocas características es posible la formación de bosques autóctonos de este tipo en suelos ranker y rendzsina.

Los bosques autóctonos caducifolios se estructuran alrededor de especies leñosas en el que deben incluirse como ejemplos los robles, las hayas, los castaños o carpes.
La biocenosis animal es compleja, está formada por poblaciones específicas de grandes herbívoros y omnívoros como el jabalí, el gamo, los ciervos rojos, los corzos, con carnívoros de diferentes tamaños entre los que merecen destacarse el zorro, el lobo, e incluso el oso en determinados lugares, muy concretos al tratarse de especies en peligro de extinción protegidas. El bosque caducifolio es muy propicio a la presencia de una gran cantidad de aves, caso de los pinzones, zorzales, cucos, petirrojos, palomas torcaces,… que se alimentan de pequeños insectos, y de las rapaces pertinentes, caso del gavilán, halcón, etcétera.
La distribución geográfica de los bosques autóctonos caducifolios españoles se corresponde con la cordillera Cantábrica, el sistema Ibérico, y el sistema Central, al que pertenece el hayedo con robledal que ilustra el trabajo.

Laura Robles Nieto. 4º D

miércoles, 5 de noviembre de 2008

Día 6 de Noviembre, Día de los Parques Nacionales

La idea original de establecer áreas restringidas al uso indiscriminado, lo que posteriormente serían los Parques Nacionales, entendido como un espacio protegido frente a las acciones que pudieran alterar sus condiciones originales, corresponde al pintor, escritor y viajero estadounidense George Catlin, y fue consecuencia de sus múltiples viajes a través del oeste americano, en los que quedó profundamente impresionado y preocupado por el futuro de los indios, por el mantenimiento de sus costumbres y por las bellezas naturales de los paisajes que ocupaban. En 1832 escribió un artículo abogando por la conservación de todas las riquezas, tanto naturales como culturales de su país así como del resto países que visitó.
Años mas tarde otras personas y naciones se unieron a esta iniciativa, como fue el caso de Argentina, que el 6 de noviembre de 1903 y gracias a la donación del geógrafo, paleontólogo y explorador, perito Francisco P. Moreno, de un espacio de 7.500 hectáreas para la fundación de un Parque Nacional donde únicamente se realizaran “labores de mantenimiento natural, limitando las obras por realizar en el territorio a aquellas que faciliten las comodidades del visitante”. Lógicamente quedaron prohibidas por ley cualquier otra concesión a particulares”. Es por eso por lo que se instauró dicho día como el de los parques nacionales.

En la actualidad y en Europa se mantiene ésa fecha como la de celebración, ahora ya de una manera mucho más compleja y globalizada, en la que una red de espacios protegidos de cerca de cuarenta países se encarga de divulgar sus excelencias naturales para el conocimiento público, y como diría el perito Moreno, “solaz disfrute individual y familiar”. Los objetivos por conseguir en relación con los Parques Nacionales, son: la concienciación sobre la necesidad de conservar intactos los ecosistemas de una zona; la importancia de proteger la biodiversidad practicando el respeto integral al medio ambiente; y la necesidad de buscar la gestión integral de la naturaleza inclusive más allá de los límites físicos de los propios parques, al estimarse que ha quedado obsoleta la idea de conservación exclusiva de las especies ubicadas en un espacio, sino que hay que procurar, con una visión más amplia, el desarrollo de redes de conservación, de corredores biológicos, para lo que se precisan esfuerzos conjuntos a todos los niveles, desde los locales a los internacionales y labores de coordinación, desarrollo y cooperación con dichos fines; por eso el lema elegido para este año es el de Naturaleza sin fronteras.

En España existen 15 Parques Nacionales entre otros espacios con diferentes niveles de protección; con características tan diferentes que van desde los de alta montaña a los marítimos-terrestres pasando por las dehesas de bosque mediterráneo, los humedales o las calderas volcánicas, con una diversidad exuberante que se hace preciso conservar.

Alberto del Río Gallardo - Natalia Guillermo Lucas. Alumnos de 4º D.

G.T. Jimeno Diestro.

[ Este artículo en "Días de Especial Significado Ecológico. Noviembre 2008" en la sección Siringa Verde de la revista SIRINGA]