miércoles, 4 de febrero de 2009

Desastres naturales.

La sección de Siringa Verde buscando conseguir los objetivos educativos que se propuso desde la aparición del primer número ha ido abriendo sucesivos espacios donde ubicar los trabajos de los alumnos, de los profesores, de ambos de forma conjunta y de sus colaboradores habituales; desde los exclusivamente monográficos en los blogs como el de Paraísos de Madrid o el del Calendario Ambiental del año 2008, pasando por los trabajos referidos a la Actualización Científica o claramente divulgativos sobre una temática concreta como el de la Geología de la Comunidad de Madrid a través de Itinerarios Geológicos específicos realizados por expertos del Instituto Geológico y Minero de España para su aprovechamiento por la Comunidad educativa.
Siendo conscientes de que una de las relaciones más importantes que existe entre la humanidad y el medio ambiente es la que se establece a través de los riesgos naturales que nos afectan, hemos pensado dedicar el curso escolar 2008-09 al estudio de algunos de ellos como responsables de acontecimientos catastróficos que cambiaron bien el devenir de la historia o el desarrollo social en muchos lugares del planeta.
Elegir cuáles dentro del gran abanico de hechos de este tipo que se nos ofrece es sumamente difícil, por lo que bien podría decirse con fundamento que, lógicamente, no están todos los que son. Aunque en cualquier caso se han elegido algunos que por una u otra circunstancia han sido o nos lo parecen significativos.

Así se recogen en los trabajos realizados por los alumnos de 1º 1 de Bachillerato y para la asignatura de Ciencias para el Mundo Contemporáneo, las erupciones volcánicas del volcán Santorini, en la isla de Thera, situada al norte de Creta, responsable, en la opinión de algunos, de la desaparición de la cultura minoica e inspirador del mito de la Atlántida; la del Vesubio del año 79 que sepultó Pompeya, Herculano y Estabia, descrita magistralmente por Plinio el Jóven; hasta las más recientes de la cordillera de las Cascadas, en el monte Saint Helens, o la hipotética erupción que desestabilizará, en opinión subjetiva y controvertida, la ladera de la Cumbre Vieja en la hermosa isla canaria de La Palma, que al impactar contra el mar ocasionaría un mega tsunami que hipotéticamente arrasará tanto las costas africanas como las del otro lado del Atlántico.

Junto con los fenómenos volcánicos, los terremotos han sido siempre una fuente de riesgo y de temor, a veces unos y otros de manera conjunta en el mismo episodio. Qué mejor que trabajar el terremoto de San Francisco de 1906, precursor de otros no menos importantes en la misma región y que dará paso, de cumplirse las predicciones geológicas para la zona, al denominado Big-One, el Gran Uno, un terremoto de magnitud próxima o igual a 9 grados de la escala de Ritcher e intensidad devastadora para el suroeste de los EE.UU.
A veces, un fenómeno natural es responsable de la activación del riesgo de otro, es el caso del megatsunami de diciembre de 2004 que asoló prácticamente en su totalidad la cuenca del Índico debido a un macro terremoto en la compleja zona ocupada por la Banda Aceh, al norte de la isla de Sumatra.
No todos los riesgos naturales tienen su origen en la dinámica interna del planeta, a veces son fenómenos asociados a la de los sistemas ambientales externos los desencadenantes. Por ello, se propuso a un equipo de alumnos estudiar el huracán Katrina y sus efectos en Nueva Orleans y el Golfo de México. O el acontecimiento más local pero no por ello menos importante para nuestro país como el de la Avalancha de Biescas, en la provincia de Huesca, debida a la activación inopinada de un riesgo asociado a un torrente que, casualmente llevaba al menos un cuarto de siglo sin dar síntomas concretos de actividad destructiva.

[Los tres primeros artículos de este nuevo proyecto en "Desastres Naturales" . Sección medioambiental SIRINGA VERDE de la revista Siringa ]