martes, 16 de septiembre de 2008

DIA INTERNACIONAL DE LA CONSERVACION DE LA CAPA DE OZONO

El ozono es una molécula gaseosa formada por tres átomos de este elemento (O3) de gran importancia ambiental en el planeta debido a su comportamiento, por otro lado paradójico, ya que cuando se localiza en la troposfera, (la capa inferior de la atmósfera en contacto con la superficie y la biosfera), actúa como un contaminante de primer orden, mientras que, si su ubicación es estratosférica, (capa situada inmediatamente por encima de la troposfera), se configura en un escudo protector que blinda a los seres vivos contra la radiación ultravioleta del Sol, nociva e incluso letal según sus diferentes mecanismos de actuación sobre las estructuras de la fauna y de la flora, de los ecosistemas y para la salud humana.

La presencia de la vida en el planeta es la demostración palpable de la existencia de este delgado escudo protector en la estratosfera. Sin embargo, desde un tiempo a esta parte, determinadas actividades humanas relacionadas con la industria en distintos campos y el transporte aéreo han vertido a la atmósfera gases contaminantes, sobre todo de composición clorofluorcarbonada, que han provocado la reacción fotoquímica con el ozono descomponiéndolo en oxígeno molecular y átomos de oxígeno que, casualmente y bajo estas formas, no poseen la capacidad de retención de la radiación UVA que el ozono individualmente tiene.
El resultado ha sido un debilitamiento progresivo de la concentración de ozono en la estratosfera conocido como “agujero de la capa de ozono”, que se constituyó en su momento y se constituye ahora como uno de los problemas globales de la atmósfera durante el último tercio del siglo XX y comienzos del XXI.
La concienciación ante el problema, sobre todo por la constatación de sus efectos en el medio ambiente, llevó a la sociedad a plantearse su conservación a toda costa como una prioridad ambiental. Por ello, en 1985, se firmó el Convenio de Viena y, dos años más tarde, el Protocolo de Montreal, a los que se adhirieron una serie de países que acordaron reducir la producción y la emisión de los gases contaminantes responsables de la alteración del ozono. En el año 1994, la Asamblea General de Naciones Unidas proclamó el día 16 de septiembre como Día Internacional de la Preservación de la Capa de Ozono, una jornada que sirviera de recordatorio del problema y para la aplicación individual y colectiva de las medidas encaminadas a su solución.
Desde el año 1997, el crecimiento del “Agujero de la capa de ozono” parece ser que se ha detenido, aún con oscilaciones estacionales, de manera que, según los cálculos más optimistas estiman que, de seguir esta tendencia, para mediados del siglo XXI la recuperación efectiva a los niveles originales de los años 1970-80 será un hecho con lo que el problema quedaría solucionado. Que la recuperación efectiva no sea más rápida es debido, al parecer, a la persistencia en el tiempo de la actividad química de los contaminantes responsables hasta llegar a su inhabilitación definitiva, no obstante hay que seguir en alerta máxima para evitar su reactivación. (imagen inferior derecha: http://www.nuestroclima.com/blog/?p=515)

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